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lunes, 16 de diciembre de 2013

Cuentos para no dormir

Era un niño tan tan alto que no necesitaba escalera para subir a los árboles y coger frutas para alimentarse. Tanta fruta comía que no paraba de crecer y crecer y así se pasaba el tiempo, creciendo sin parar. Acabó siendo tan alto que hasta los árboles se le quedaban pequeños,primero por las rodillas y después por los talones. Así que empezó a alimentarse de nubes. Los cúmulos eran sus favoritas, pero reconocía que los nimbos le quitaban la sed y los cirros eran ideales para el verano. 
Total, que de tanto comer acabó atravesando las nubes, para su desgracia (le gustaba alimentarse de nubes, le hacían sentirse ligero) y empezó a llegar más allá, y a alimentarse de estrellas, que era lo siguiente, claro.
Empezó con las estrellas más pequeñas, que había un montón, pero le sabían a poco y empezó con las más grandes, se puso las botas...tanto que le quedaron los ojos como luceros. Iluminaba todo por donde pasaba, y menos mal porque ahí arriba era siempre de noche, y si no, cómo iba a ver??? por supuesto siguió creciendo, y llegó a la luna,  que se convirtió en su boca, y su boca en su estado de ánimo según iban pasando los días. A veces se quedaba mudo durante un tiempo, luego empezaba a sonreír, a mediados de mes daba besos, y a finales se quedaba tan tan tan sorprendido que su boca redonda acababa de nuevo desapareciendo. Tanto influía su estado de ánimo que hasta los marineros le miraban y salían a alta mar o no según se encontrase. 
Se empachó a estrellas...y llegó a los planetas, que si Marte, Júpiter, Saturno...seguía así zampando sin parar, y pensando a dónde iba a llegar todo esto. 
Desde ahí abajo vio como su madre le decía por favor Braulio deja de crecer, vale que para mi eres mi universo, mi cielo, mi vida, mi todo, pero ya no logro abrazarte y quiero poder mirarte a los ojos. Así que Braulio bajó, dio 543 vueltas a la tierra con sus brazos y dijo
" mamá verdad que soy el niño más alto que jamás haya existido?" su madre, por supuesto, asintió pues era verdad: nadie había llegado tan alto como él. 


Lea no logra dormirse con esto que me invento...le provocará pesadillas???

2 comentarios:

  1. Precioso cuento. Viva esa mente maravillosa :)
    http://antojadaporvocacion.com

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  2. Gracias Bego por tus comentarios. Eres la única que me escribe ;) tenemos que hablar un día de estos. Un beso gordo

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