Hoy he ido en bicicleta. No es nada del otro mundo. Pero me ha sentado muy bien, he ido en una BH destartalada por malasaña, zona que me conozco al dedillo. Me ha hecho sentir realmente bien, bien de alegría y satisfacción plena. Como volver a ser una niña, a veces relacionas la bici con la niñez, y no se por qué dejamos de hacer ciertas cosas.
Iba en la bicicleta pensando en que debo recuperar mi espacio, mis pequeños momentos para mi, volver a escribir, a leer y a pensar en cosas chulas que hacer: a imaginar. Cosas que me hacen sentir más feliz, si eso es posible, feliz como bañarte desnuda en el mar. Desde que soy madre me preocupa demasiado que todo vaya bien y tener trabajo y pasar tiempo con Lea, y todo esto reduce mi espacio al mínimo por no decir a cero. Lo hago con gusto, por supuesto; tener algunas cosas bajo control me da seguridad, así de básico.
Pero la BH de hoy me ha hablado.
Oh yes darling. Recuperar las algunas cosillas de la infancia nos hacen recuperarnos a nosotros mismos...Madurar no debe ser olvidar leñe.
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