Me quedo en la cama embobada como si el cuerpo me pesase por diez. Siempre pienso en el tiempo que hará ahí fuera, nunca se sabe viviendo en un primero, en un piso antiguo con muros anchos. El techo tiene miles de figuras, me quedo pensando en nada, y se me pierde el tiempo. Con los ojos tan abiertos que se me secan y hasta que no parpadeo no me percato de que sigo aquí inmóvil. Mi cuerpo es solo tuyo, tu alimento. Ya ni siquiera lo siento, ha sido desgarrado, tocado, apretado, hundido, extraído, ha crecido por tres, y en horas disminuido por dos. Rajado, agrietado, cosido, AGOTADO. Y después de todo sigue funcionado y activado para que tu crezcas. Mi cuerpo? qué es mi cuerpo? no lo reconozco pero al fin y al cabo ha hecho tantas, tantas cosas, que no puedo mas que estar orgullosa de él. De darlo todo para ti, mi vida.
Llega el momento, levanto un brazo y lo pongo cerca de mi oído para ver si la sangre sigue corriendo.La escucho, sí. El otro. Una pierna, pesada, la otra.
El relevo, de plástico, no te disgusta.
Vuelves a ser mío.
Vuelves a ser mío.
Resurjo,
vuelvo,
aquí estoy.
Estoy por aquí guapa! un beso
ResponderEliminarBegoooo te sigo en antojada! GRACIAS hacen ilusión los comentarios, ya lo sabrás y por eso lo habrás hecho ;) besos
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